viernes, 17 de julio de 2015

Tratamiento de la diabetes 
Tiene por finalidad corregir el trastorno metabólico haciendo desaparecer los síntomas clínicos, normalizando la glucemia y suprimiendo la glucosuria; restablecer las condiciones nutritivas, colocando al paciente en una situación lo más normal posible. No disponemos de un tratamiento curativo, pero, en muchos casos leves, se consigue con el tratamiento actual remisiones prolongadas y una recuperación casi completa de la funcionalidad insular. El tratamiento se basa en los medios siguientes: 10) régimen dietético; 29) insulinas; 39) drogas hipoglucemiantes orales, y 49) ejercicios fí- sicos adecuados. Es imposible aplicar un tratamiento tipo en la diabetes. No hay, tal vez, otra afección en que se pueda decir con más exactitud “no hay enfermedades, sino enfermos”. Cada diabético, cualquiera sea la forma clínica de su enfermedad, reacciona en forma particular, ya porque el dismetabolismo varía de un individuo a otro o porque la idiosincrasia y los factores neuropsíquicos influyan considerablemente en los resultados terapéuticos. El trastorno metabólico es cambiante para un mismo individuo y sensible a distintos agentes: ambientales, emocionales, físicos, endocrinos, etc. Esa variabilidad exige un control frecuente y permanente, especialmente en las formas clínicas del niño y del adolescente que, por su labilidad, están expuestas a modificaciones bruscas ’ de la glucemia y a empujes de acidosis.


Indicación de la dieta 
Ya dijimos que la dieta es individual y debe adaptarse a las necesidades biológicas de cada paciente. Estas varían con la edad, el sexo, el peso, la altura y la actividad u ocupación de los pacientes. La tabla que transcribimos a continuación registra el peso ideal o normal y ha sido confeccionada por el Departamento de Estadísticas de la “Metropolitan Life Insurance Company”, tomando en cuenta esos modernos conceptos (ver tabla de página siguiente). Nos ocuparemos más adelante de la dieta del niño diabético. Un adulto de peso normal necesita 30 calorías por kilo de peso si hace una vida sedentaria; 35 calorías con una actividad moderada y de 40 a 60 calorías con trabajos activos o pesados. Si el individuo es obeso, el cálculo calórico se hará sobre la base del peso ideal y se indicará un régimen hipocalórico con 25 a 30 calorías por kilo de ese peso. Si el paciente tiene un peso inferior al normal, se tomará como base este último. En el sujeto de peso normal se indicará una dieta ligeramente hipocalórica. En la mujer las dietas suministrarán 100 ó 200 calorías menos que en el hombre. En los ancianos no obesos el valor calórico será #de 25 calorías por kilo, ya que su actividad es más limitada. El valor calórico de un kilo de peso corporal, ganado o perdido, ha sido establecido por Benedict (Joslin, 1959) en 3.258 calorías. Eso significa que para que una persona aumente o disminuya un kilo de peso en cinco días su dieta debe ser aumentada o disminuida en 652 calorías diariamente. La Asociación Americana de Diabetes ha fijado las siguientes ’ normas para establecer el valor calórico de las dietas (Duncan, 1951): Para conocer el requerimiento calórico basal se multiplica el peso ideal en kilos por 20; se agrega 100 a 200 calorías si el paciente es adulto, alto y del sexo masculino; se deduce 100 a 200 calorías si el paciente es anciano, bajo o mujer; si el paciente es obeso, se deducen 200 a 400 calorías. Para una persona con poca actividad el valor calórico basal se aumentara en 30 % y, si tiene una actividad más intensa, el aumento será de 
50 a 75 %.